El 11 de septiembre de 1714, Barcelona vivió 1 de los días más trascendentales de su historia. El ejército Borbónico logró romper las defensas de la ciudad.
Las tropas avanzaron enfrentando
la resistencia de los defensores catalanes, quienes luchaban por mantener su
autonomía y libertades.
Las tropas borbónicas tomaron el
control de la ciudad. La capitulación de Barcelona marcó el fin de la guerra de
Sucesión española. Tras la caída de la ciudad, las autoridades borbónicas
implementaron una serie de medidas represivas.
Las instituciones catalanas que
habían gozado de un alto grado de autonomía fueron desmanteladas y sus
libertades y privilegios fueron severamente restringidos.
Los ciudadanos de Cataluña de
forma masiva han salido a las calles durante muchos años, solicitando salir de
España.
Las razones que sustentan esta
aspiración son:
El sentimiento
de identidad y cultura distintiva. Su lengua que han mantenido durante siglos.
Las tradiciones y las costumbres forman una parte esencial de la vida diaria y
muchos sienten que no están reconocidos por el Gobierno Español.
Cataluña es
una de las regiones más ricas de España y muchos ciudadanos perciben que
contribuyen significativamente a la economía nacional, pero no reciben un
retorno justo en términos de inversión y servicios.
A lo largo de
los años ha habido tensiones constantes entre el Gobierno Catalán y el Central de
España. Muchos catalanes consideran que sus derechos políticos y su autonomía
no son respetados adecuadamente. Este conflicto ha sido exacerbado por
decisiones judiciales y políticas que han sido vistas como represivas.
En conclusión,
los motivos principales para el deseo de separación de Cataluña son una
combinación de identidad cultural. Razones económicas y conflictos políticos, se
ha creado un sentimiento entre muchos catalanes de que la Independencia es el
camino a seguir para proteger su identidad y garantizar un futuro más próspero
y autónomo.